Esta familia vive en un ejido (campo común de un pueblo), lejos de la zona metropolitana de Mexicali. El 29 de agosto, se desató un incendio en su casa que la arrasó totalmente.
Todo se quemó: lo que tenían en los estantes, las fotografías y la decoración. Cuando digo que todo estaba dañado, me refiero a que nada se salvó; las llamas se extendieron por toda la casa.
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El departamento de bomberos se retrasó y, cuando llegaron, las llamas ya se habían apoderado de la casa.
Luego de controlar y apagar el fuego, entraron y se encontraron con el desastre que causa un incendio de esa magnitud. Hasta los aparatos del aire acondicionado se habían derretido. Cerca de donde estos estaban instalados, había una decoración que se destruyó por completo, todo, a excepción de una fotografía y la Biblia.
Esta es el retrato que encontraron; el vidrio se rompió debido al fuego, pero la foto seguía en buen estado.
Este testimonio lo envió el Hermano Salvador y la Hermana Imelda Machado.
Gracias a Dios ellos están bien. El fuego sólo provocó daños materiales.