15/04/2020
¡Esa Voz!

Recibimos este testimonio de parte de un creyente de Jeffersonville en respuesta a un artículo publicado el 25 de febrero de 2020: "Solo creed".

¡Nuestros servicios de Cinta en casa son cada vez mejores! ¡Es una bendición! El domingo pasado, 1 de marzo del 2020, con mi pequeña familia nos sentamos en la sala para escuchar La simiente de discrepancia. Al final de la cinta, cuando el Hermano Branham oró por los enfermos, impusimos las manos los unos sobre los otros. El Hermano Branham oró por un niño para que sus rodillas sanaran.

Bueno, nuestro pequeño de tres años llevaba meses sufriendo de dolores de crecimiento en sus rodillas, casi todas las noches. Parecía que el dolor estaba empeorando, en especial a la hora que se acostaba a dormir. Se despertaba y empezaba a llorar por el dolor. La medicina para el dolor muscular y el Tylenol no surtían mucho efecto. Lo único que podíamos hacer era colocarle el paño de oración y orar por él, mientras le masajeábamos las rodillas hasta que se quedaba dormido. ¡Pero todo eso estaba a punto de cambiar! ¡Alabado sea el Señor!

Casi al final del sermón, el Hermano Branham dijo:

¿Cree que Dios le sanará? ¿Quiere Ud. poner sus manos sobre el muchachito por sus rodillas? El también sanará. ¿Lo cree Ud.? Ud. tenía problemas femeninos, problemas de dama. Ya no los tiene. Su fe la ha sanado y la ha puesto bien.

¿Creen al Señor Jesús, que es el mismo ayer, y hoy, y por todos los siglos? Pongámonos las manos uno sobre el otro, por toda la audiencia, y oremos esta oración de fe, cada uno de nosotros, ore la oración de fe.

Amado Dios, mientras estamos tan cubiertos con Tu Presencia Divina, para verte moviendo por toda la audiencia, sanando a los enfermos por todos lados. Tú eres Dios. Yo ruego que Tú sanes a toda esta audiencia. Que el Aliento de Dios caiga de nuevo sobre sus corazones y que ellos conozcan que el tiempo se está acabando. Estaremos aquí por un tiempo corto, entonces estaremos allá con El a Quien amamos. Y ahora que Su Presencia traiga sanidad a cada uno.

Condenamos a Satanás, condenamos todos sus actos, en el Nombre del Señor Jesús. Satanás, sal del pueblo.

Todos los que le creen ahora, y aceptan su sanidad, pónganse de pie y digan, “Yo ahora me estoy poniendo de pie para aceptar mi sanidad. Yo lo creo”. No importa su condición, si en verdad lo creen, pónganse de pie. Ahora, alzen sus manos y digan, “Gracias Señor Jesús, por haberme sanado”. Dios sea con Uds. Amén.

En el momento en que el Hermano Branham oró por las rodillas del niño, nuestro pequeño estaba jugando tranquilamente con sus carros. En cuanto el Hermano Branham terminó de orar, nuestro pequeño Malaquías exclamó con alegría (antes de que alguien mencionara algo): "¡Oró por mis rodillas! ¡Jesús sanó mis rodillas!". Nos regocijamos con él y agradecimos al Señor por haberle dado a Malaquías la revelación y la fe de incluirse en la oración del Hermano Branham por el niño, a pesar de su corta edad.

En verdad, ¡todo lo que necesitamos está en esas Cintas! ¡Solo presionen "play"! ¡Gracias, Señor, por ese Alimento almacenado!

Su hermana en Cristo,

Ruth