02/05/2017
Sonrisas

¿A cuántos padres que están leyendo este artículo les gusta que sus hijos se rían? Si fuimos creados a la imagen de Dios, entonces es muy probable que a nuestro Señor Jesús le agrade ver a Sus hijos sonriendo y gozándose.

Esperamos que los siguientes testimonios hagan sonreír a miles de hijos de Dios:

A veces Él nos da la respuesta que queremos

Esta mañana, conduciendo al trabajo, se me antojó parar en Dunkin Donuts para comprar un café con hielo, pero iba unos minutos retardado y no sabía si me alcanzaría el tiempo. Desde que partí de casa esa mañana, llevaba escuchando una cinta. Mientras conducía, me pregunté: “¿Será que me alcanza el tiempo para comprar un café en Dunkin Donuts?”. No había terminado de decir eso y el Hermano Branham dijo: “La D, la tarjeta de oración D, de Duncan. ¿Ve? D número 4. Muy bien, venga, señora”. Sobra decir que me compré el café y llegué al trabajo con un minuto de anticipación.

La Hermana Katie

Estados Unidos


¿Quién es ese hombre en la Tableta Agapao?

Quería contarles que nuestra familia ha gozado una gran bendición con la versión Hero de la Tableta Agapao. Mis hijos definitivamente están dedicando más tiempo a escuchar la Voz durante su Tiempo a Solas. Ahora sin duda escucho más: “El Hermano Branham dijo…”. ¡Me encanta! ¡En verdad sus oídos se están habituando a escuchar la Voz del Maestro! Bueno, el otro día, uno de mis niños se acercó y me avisó que le pasaba algo a su tableta. Le pregunté a qué se refería y contestó que había un “hombre extraño” hablándole, que NO era el Hermano Branham, y que esto lo había molestado mucho. Cuando le pedí que me mostrara, me di cuenta de que estaba oyendo el audio de Las siete edades. Por supuesto, le garanticé que le aprovecharía mucho escucharlo y le expliqué que era alguien que le leía el libro. Quedó satisfecho con la explicación, comentando: “El Hermano Joseph solo pondría aquí la VOZ DE DIOS”. Les agradecemos mucho por poner estas tabletas a nuestra disposición, para que hasta nuestros niños puedan acceder a toda la VOZ, sin preocuparnos de que pulsen algún botón por accidente y vean u oigan algo indebido.

La Hermana Shawn

Estados Unidos


Enseñando a los niños a elegir palabras adecuadas

Me gustaría contarles una experiencia graciosa concerniente a este artículo. Educo en casa a tres de mis niños. Cuando leímos el artículo sobre la experiencia que vivió el Hermano Booth en el altar, les comenté: “Fíjense en que no dijo: ‘Fue asombroso’ o ‘No puedo explicar mis sentimientos con palabras’, sino que usó unos términos para describir con viveza esa experiencia”. Mi niño de diez años me comentó en voz baja: “Sí, mamá, aunque sí uso la palabra indescriptible”. Se me escapó la risa. Tenía razón.

(En el artículo el Hermano Booth Clibborn se refirió a su segunda visita al altar como un “éxtasis indescriptible”).

La Hermana Nicole

Trinidad y Tobago


¡A Jesús también le importan las hormigas!

Hace unos minutos, con mis niños presenciamos el Poder sanador de nuestro Señor en una de Sus pequeñas creaturas: una hormiga. Mientras la hormiga buscaba alimento en nuestra mesa, mi hijo de seis años la aplastó para matarla. Todos se molestaron y le dijeron que no era necesario. Decidimos orar por la hormiga y luego colocamos a sonar el Mensaje para exponerla al Poder de la Voz. Grabamos varios videos para que pudieran apreciar su recuperación hasta que pudo volver a caminar, únicamente por el Poder de la Voz de Dios de nuestra edad. ¡Que Dios y Su infalible Palabra reciban toda la gloria! ¡Crean en el Poder de la Voz, santos, que nos está preparando para el Rapto!

¡Que el Señor los bendiga a todos abundantemente!

La Hermana Marie-Hélène

Montreal, Quebec, Canadá


La sabiduría de un padre

A mi hijo de nueve años, Joseph, como a muchos niños, le encanta luchar con sus primos y sus amigos. Por tanto, cuando alguno se inscribía a lecciones de artes marciales, esto influía mucho en él. Le preocupaba no poder mantenerse al nivel de ellos y que lo derrotaran, lo cual sería terrible. Sabía bien que no lo dejaríamos ir, pero aun así intentó expresarnos lo importante que era para él estar a la altura de los otros niños. Bueno, él sabe la opinión de su papá: no está a favor de que los niños participen en deportes y demás que consuman mucho tiempo, donde se asocien con niños mundanos y quizás reciban el ambiente inadecuado.

Pero, con sabiduría, mi esposo no se lo negó rotundamente. Conociendo su criterio en cuanto a esto, me sorprendió bastante. Al contrario, se tumbaba en el suelo con nuestro hijo y luchaba con él, diciéndole que debía ser muy fuerte y resistente para las artes marciales. Bien, así siguió por varias semanas. Entonces, un día, en las devociones familiares, sucedió que Joseph leyó en la Biblia este versículo: “Dios es mi defensa…”. En seguida exclamó: “¡No necesito las artes marciales!”. ¡Asunto concluido! ¡Halló su respuesta en la Palabra!

La Hermana Sharon

Estados Unidos


El abecé

Estaba sentada en el sofá con mi niño, escuchando una cinta de los cuestionarios de octubre. El Hermano Branham mencionó: “Jesús escogió hombres que ni siquiera conocían su abecé y los ungió con el Espíritu Santo”. Mi niño dijo: “¿Me escogió a mí?”. Le pregunté: “¿Por qué?”. Contestó: “Porque ni siquiera me sé el abecedario”. Se me escapó la risa. ¡Fue tan tierno!

La Hermana Grigg

Estados Unidos


Reconociendo la Palabra

Recientemente le pedí a mi hija de dos años, Selah, que me trajera una cinta. Ella me llevó la Tableta Hero. Me hizo sonreír mucho y mi corazón se llenó de gozo, pues, a pesar de su edad, ¡reconoce la Palabra!

La Hermana Hope

Estados Unidos