Este pequeño testimonio es muy significativo. ¡Me conmovió el corazón! ¡Es asombroso ver los resultados de la obra del Señor en todo el mundo, sin importar donde uno viva!
Dios obra en Su Espíritu por toda la tierra.
Señales y maravillas obra Dios. Obra, ¡oh!, Señor, en mí.
Esta es mi oración cuando veo a nuestro Señor Jesús reuniendo a familias de todo el mundo en torno a Su preciosa Palabra.
Amén. Qué poderoso testimonio. Gracias por compartírmelo; en verdad necesito el maná diario.