¡Cuánto me animó este artículo! Esas palabras únicas: “¡Vuélveme el gozo de tu salvación!”. ¡Ciertamente era lo que necesitaba hoy!
¡El Señor sabía lo mucho que necesitaba esto! ¡No puedo expresar cuánto me ha ayudado!
Esto me vino muy oportunamente hoy. Atravesaba tal situación que en julio me desmayé. Aunque se repitió hoy, ¡oh!, una paz me inundó. Me dirigí a casa y hablé con mi esposa. En lugar de preocuparnos, ahora compartimos que el problema en realidad nos acerca más a Dios.
Nuevamente quiero agradecerles desde lo profundo de mi corazón. Durante los últimos cuatro días, me sentí un poco desanimado; además estuve enfermo dos días, el martes y el miércoles. El jueves, cuando regresé a trabajar, abrí mi computador portátil y había recibido un mensaje con varias citas de nuestro profeta. Unas trataban sobre no mezclarse con incrédulos y otras sobre el compañerismo, solo creer y una separación total de toda incredulidad. Después, revisé mi correo electrónico y leí el título acerca de “Alientos” y también el poema de la hermana. Estoy humildemente agradecido por recibir palabras de aliento y las cargas sin duda han desaparecido.