Escucharé esto todo el día; es precisamente lo que necesito hacer. Estoy subiendo la escarpada ladera de la montaña, aferrándome a Dios y Su Palabra, con ánimo y fortaleza. “Debo pelear si deseo reinar. ¡Aumenta mi valor, SEÑOR!”.
¡Amén! ¡Qué testimonio tan alentador! ¡Derribemos a cada enemigo con la Palabra del Señor!
Oh, mi Hermano Salomón, estamos marchando juntos, hombro a hombro.
¡Amén y amén! Me sentía triste, pero luego de leer este testimonio me llené de ánimo y más valor para proseguir en la batalla. Sé que mi día de Victoria está a la vuelta de la esquina.
Me siento muy animada. Acabo de orar para que Dios me sane de un mioma. Mi esposo y yo queremos tener hijos. Luego de orar, quise escuchar un mensaje que me diera alientos. En la página de inicio del sitio web leí el título “Desenvainen la Espada”, así que atendí a esas palabras. ¡Oh, aleluya! Ciertamente me animó mucho. Creo que el tumor no me será un obstáculo.